Luichi Peláez, entrenador Nacional de Fútbol

Bienvenidos al blog del entrenador Nacional de Fútbol Luichi Peláez. Aquí podreis estar al tanto de lo que ocurra en sus equipos. En la temporada 2017/2018 busca nuevos retos en categoría senior.

lunes, 1 de abril de 2013

La visión del árbitro


He encontrado este artículo de un árbitro por internet, y me parece muy educativo y merece la pena que nos paremos a reflexionar.

Árbitro, hijo de puta


“Árbitro, hijo de puta”. “¡Qué malo eres!”. “Ahora te irás tranquilo, cabrón”. La verdad es que no, no me voy tranquilo, me voy jodido. El árbitro se prepara para cada partido como si fuera un encuentro de Primera División, sea de la categoría que sea, no obstante, lejos de entender que el árbitro también está aprendiendo, muchos padres y aficionados se dedican a dirigirse a él con los términos que he escrito en el primer renglón y otros muy diversos, en vez de disfrutar de un deporte tan bonito como es el fútbol.
¿Fallamos? Mucho. ¿Intencionadamente? Nunca. Nuestro objetivo es minimizar el error y con ello evitar el “protagonismo” que algunos dicen que buscamos. Pero, seamos realistas, ni siquiera un árbitro de la élite, que ha estado preparándose más de 15 años para llegar al fútbol profesional, puede evitar el error. Somos árbitros, personas, no máquinas.
Es algo que no entiende el fútbol. Al igual que el chaval que juega está aprendiendo a dar sus primeros toques, el árbitro también está aprendiendo a arbitrar. El fútbol se tiene que empezar a dar cuenta de que la mente de un árbitro que acaba de empezar es lenta, cuesta marcar para que lado hay que sacar de banda, cuesta valorar si algo es falta o no es falta, cuesta colocarse de la mejor manera para ver la jugada de una forma idónea… y si encima, a todo esto le sumamos que siempre hay alguien que está gritando o protestando, la presión a la que se está sometiendo a alguien que está aprendiendo provoca nerviosismo, que inevitablemente conduce a más error.
¿Os imagináis que cada vez que un futbolista de fútbol base fallase un pase el árbitro parase el partido y se acercase al banquillo a echarle la bronca al entrenador? Es algo que a nadie se le pasa por la cabeza, pero sin embargo, si es más común que el entrenador le eche la bronca al árbitro cuando se equivoca en una de sus decisiones. Hace unos días estuve viendo un vídeo de Iglesias Villanueva (árbitro de Primera División). En un momento de dicho vídeo ponía el ejemplo del Penalty. Si un árbitro no señala un Penalty claro se le pone en el punto de mira, sin embargo, si un jugador falla un Penalty el campo estaba mal, el portero estuvo acertado, tuvo mala suerte…
Otro ejemplo de esto lo pudimos verlo en el pasado Levante-Getafe. Un gol fantasma de Iborra no fue concedido por el árbitro. Incluso con imágenes a cámara lenta no se veía del todo si el balón había entrado completamente en la portería, no obstante, un periodista del Levante, cuya cuenta en Twitter cuenta con más de 1.000 seguidores, (con esto quiero decir que es una persona cuyas opiniones van a ser leídas por mucha gente) no dudo en acusar en un Tweet a Undiano Mallenco de robo al Levante. Pero no voy a seguir con esto, porque tendría para varios párrafos. Solo añadir una frase de Pérez Lima (ex árbitro de Primera División). “El árbitro no roba, él no se lleva los tres puntos”
¿Sabéis porque pasa esto? Yo tengo una teoría. La mayoría de los árbitros hemos sido jugadores y entendemos que se cabreen cuando un error tuyo les perjudica, aunque el error evidentemente no haya sido intencionado. Sin embargo, pocos jugadores (y pocos periodistas también) han tenido la experiencia de arbitrar un partido y por ello pocos entienden que el árbitro se tiene que equivocar, porque es una persona. Es cuestión de cultura. Desde siempre se ha inculcado que el árbitro es el enemigo, que no se le puede permitir fallar y que si lo hace hay que reprochárselo, por medio de insultos o protestas.
El árbitro de la élite lo que quiere es llegar a casa y ver que ha estado acertado y el árbitro de categorías en las que no puede verse en televisión lo que busca es salir del partido y que ambos equipos estén contentos con su actuación, algo complicado, viendo que muchos entrenadores, que no todos, tampoco entienden que el árbitro está formándose.
Nuestro objetivo no es no fallar, eso es imposible. Nuestro objetivo es acertar.

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